Mi
afición por el mejor grupo de la historia surgió de forma circunstancial y tardía,
cuando en el verano de 1992, unos amigos ponían cintas de la 1ª época en el
coche. Me decía :"Qué ritmo, que música tan agradable, qué vital"...,
y hasta hoy :-D. Seis años ya de Beatlemanía que han supuesto momentos de alegría
continua a medida que iba descubriendo canciones, anécdotas, historias.
Gracias a Internet he podido darme cuenta de que el amor por los chicos de Liverpool sigue vivo generación tras generación, y que no importa el lugar ni condición para sentir la misma emoción cuando suena alguna de sus inmortales canciones .
A los pocos meses del genial descubrimiento, y para mi total regocijo, Paul venía a dar dos conciertos en la ciudad Condal, los días 26 y 27 de Octubre de 1993. El marco incomparable de belleza sin igual (:-Þ) elegido fue el PALAU SANT JORDI (a la izqda).
He aquí la ENTRADA guardada como oro en paño (del revés y del derecho)
A Barcelona me acompañaron dos amigos beatlemaniacos, Nata de Madrid y Javi de Santiago. Cogimos el tren Estrella (maldita la hora, no se os ocurra viajar de noche en el Estrella si no queréis perecer en el intento) y a las 7 de la mañana amanecimos (hechos unos zorros de no haber dormido en toda la noche) en la estación de Sans, donde nos esperaba nuestro anfitrión, Luis. Gracias a su hospitalidad, pudimos dormir unas horas antes de disponernos a salir para el gran evento (las 4 horas más reparadoras de la historia :-) ).
En la estación de Sans a la llegada a Barcelona
El hermano de nuestro anfitrión, que muy amablemente nos acogió en su casa para pasar la noche, se ofreció a llevarnos a ver Barcelona de noche, en un recorrido turístico en coche. Nos pusimos las camisetas de los Beatles para el concierto, y salimos disparados. Sí, sí Barcelona muy bonita, pero nosotros ya estábamos atacados de los nervios y pasábamos de ver más Barna, hala, hala, por favor, al Sant Jordi que nos vamos a quedar sin uñas.
Así que por fin llegamos, y en la cola pensando donde podíamos meter la cámara, pues evidentemente no dejaban sacar fotos...A Javi le tocó hacer un huequecito en cierta delicada parte :P y así en ese "cómodo" lugar pasó para dentro la que iba a ser testigo del mayor acontecimiento del 93 ;-)
Una vez
dentro,nos situamos de pie en la parte más cercana posible al escenario, como a unos 40
metros. El ambiente era impresionante, totalmente abarrotado, gente de edades dispares...y
famosos famosetes...pues sólo vi al componente de los Manolos, sí, el de las gafas, los
que destrozaron el All my loving.
Cartel colgado en el Hall del Palau Sant Jordi
Tengo que
reconocer que aunque estoy a favor de los derechos de los animales y todo lo que siempre
ha defendido Paul, en aquel momento en que estabamos solo deseando escuchar buena música,
aquella forma de empezar, con imágenes de ballenas muertas en toda la pantalla, no fue de
lo más agradable.
Esos pensamientos tristes previos se desvanecieron cuando vimos aparecer a Paul y la
banda. Una tras otra fue interpretando las canciones de siempre de los Beatles: Drive my
car, lady Madonna, Penny Lane, Can't buy me love..., suyas del Off the Ground: hope of
deliverance, looking for changes..., de su carrera en solitario, etc. Saltos, gritos,
tarareos, palmas, fans de los 60 parecíamos mi amiga Nata y yo, y es que no era para
menos, tener ahí delante a uno de los mayores mitos musicales de la Historia desgranando
esa maravilla de canciones, merece ese tipo de reaccion (nos falto poco para el desmayo
:-DDD)
La canción que me hizo llorar fue "Here, there and everywhere", no sé muy bien por qué :?. Luis y Javi se quedaron en el lugar donde llegamos al principio, pero Nata y yo avanzábamos hacia el escenario cada vez más y más hasta que llegamos a estar en 2ª fila (no sé como no nos partieron la cara, por cierto :-D). Chillidos histéricos en el momento en que Paul se inclinó y haciendo un gesto de "barrido" pasó la mano por los asistentes...Alcé la mía y por 5 milímetros no toqué la suya, arggggg!!!!!. En ese momento nos dimos cuenta de que los repuestos lo tenían los chicos, y a pesar de estar en ese lugar privilegiado desde donde podríamos haber sacado unas fotos de PM , ahora el problema era que no teníamos carrete buahhhhh:-((( ¡ Nuestro gozo en un pozo!
El concierto acabó de forma emocionante con "Hey Jude", con Paul guiando a la gente de las diferentes partes del Palacio para que le siguiéramos con el LA, la la laralala laralala, hey jude ¡¡Que potito!! snif snif.
Un concierto para recordar siempre, con la satisfacción de haber podido ver en directo a un miembro de la mítica banda, algo que por mi edad creía ya practicamente imposible. Gracias, Paul, por haber hecho realidad mi sueño.
Estas son las fotos en que se ve a Paul en el escenario...Bueno, eso de que se ve, es un decir...Premio para el que sea capaz de descubrir dónde se encuentra Macca en las tres .
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